¡Que vivan las Islas Baleares! Y lo gritamos a los cuatro vientos porque todo el mundo está de acuerdo con que estos trocitos de tierra son el destino ideal para las bodas de destino.
¡Una boda en Mallorca está de moda!
Cada vez con más las parejas tanto extranjeras como españolas que las eligen, concretamente Mallorca. Esta se convierte en el lugar preferido para caminar hacia el altar por la magia de sus rincones y espacios.
¿Qué por qué? Por su buen clima, las comunicaciones tan excelentes, una gastronomía que no deja indiferente a nadie, el olor a mar o las vistas montaña. Es un entorno con multitud de opciones paradisíacas y originales.
¿Acaso se necesita algo más?
Christina y Clayton, nuestros novios estadounidenses, lo tuvieron claro
Mallorca bate récords al ser uno de los destinos más demandados por extranjeros ¡y hasta celebrities! para casarse en la intimidad.
Y eso es justo lo que hicieron Christina y Clayton, poner rumbo a la isla mallorquina con sus seis invitados de los Estados Unidos para celebrar su boda íntima y darse el “sí quiero” con la más pura tranquilidad, paz y comodidad que ofrecía el lugar.
Así es como fue su boda
Como todo el mundo sabe, el clima mediterráneo de Mallorca es envidiado por cualquier persona, ya que asegura una buena temperatura en cualquier época del año.
Esto es lo que les ocurrió a nuestros novios, que tuvieron un día de lo más soleado, donde pudieron pasear sin imprevistos y con la total serenidad por los adoquines de la isla, bajar sus escaleras, cruzar sus arcos de piedra y llegar hasta el altar caminando por un gran jardín verde chillón.
En este ya les esperaban sus invitados y dio comienzo una ceremonia con unas vistas envidiables a la montaña, entre árboles y grandes tinajas.
La decoración, sencilla y clásica
Los jardines con sus verdes tan vivos estuvieron decorados con flores blancas que acompañaban algunas hojas verdes, estas estuvieron dispuestas sobre grandes jarrones blancos y en el ramo que llevaba la novia, Christina.
Por el espacio se situaron sillas doradas con cojines blancos, farolillos dorados con velas y sonó música en directo.
Los cocktails y las tapas abundaron las mesas, las cuales seguían la misma línea de diseño con el tono blanco de la mantelería y con los cubiertos y candelabros en dorado.
Las invitaciones de boda siguieron la misma temática: dibujos de hojas verdosas sobre fondo blanco.
Los novios
Christina se relajó previamente a la ceremonia donde no le faltó ningún cuidado para ponerla a punto para el gran día.
Esta lució un vestido de escote corazón, con bordados y de corte en A que, con su estupenda figura, resaltaba todas sus virtudes. ¡Un estilismo al más puro estilo balear! Al igual que su melena de ondas sueltas, que aportaban esa frescura que transmite Mallorca.
El novio se salió de lo clásico que, con un traje de chaqueta azul marino que recordaba a las aguas cristalinas de las baleares, puso el broche de elegancia.
Los aromas del banquete
Si hay una gastronomía en el mundo que esté repleta de colores, sabores, calidad, creatividad y salud, esa es la española, y por supuesto, la mallorquina.
Y es que este archipiélago con el paso del tiempo ha sabido adaptarse sin perder la esencia de las generaciones ni de sus tradicionales y culturales platos típicos, los que a día de hoy se pueden seguir disfrutando.
En la boda de nuestros estadounidenses no faltó nada de los platos imprescindibles.
Como habéis comprobado por vosotros mismos, Mallorca os brinda multitud de variadas opciones para cualquier tipo de novios: bohemios, clásicos, rústicos, modernos o románticos.
Lo que está claro es que quien elige una boda en Mallorca no se arrepiente y perdura para siempre en su memoria, tanto ese día como su dorada puesta de sol.
