Sencilla y clásica, así es nuestra novia de Barcelona

Weddings and Events by Natalia Ortiz

Llena de sencillez y clasicismo, así es nuestra novia de Barcelona, la que paseó radiante por los espacios de La Casa de la Seda, entre maderas, paredes forradas de fina seda, sillones tapizados, voluptuosas lámparas colgantes y candelabros. 

Un monumento con más de trescientos años de historia, un lugar mágico lleno de encanto, solemnidad y elegancia para fundirse en perfecta armonía con el estilo de esta novia y conseguir celebrar así su boda soñada.

De la mano de la diseñadora Cristina Tamborero, el vestido captó todas las miradas por su naturalidad y simplicidad, que a su vez daba un toque romántico y elegante.

El mismo constaba de un patrón liso con una tela en tono blanco puro. Un diseño de corte recto con una pequeña cola y de manga larga, la tendencia de esta temporada.

En el vestido destacaba una fina pedrería en el cuello de este, así como en los puños de las mangas, ambas partes en plata.  Respecto a la espalda del vestido, esta estaba completamente cerrada mediante una elegante y fina fila de pequeños botones, desde el comienzo de esta hasta el final de las caderas.

Para realzar la silueta, el zapato elegido fue un tacón en esta misma gama cromática, de punta abierta y de tacón ancho, que se ataba alrededor del tobillo.

La puesta a punto tanto del peinado como del maquillaje, otros de los elementos importantes para tu gran día, fue impecable gracias a la empresa Oui Novias, la cual se encargó de llevar a cabo un maquillaje sencillo, unas sombras en tonos nudes como anaranjados, marrones y bronces, que hacían resaltar su belleza natural con una fina máscara de pestañas para sus grandes ojos azules y un rosáceo para el color de labios y mejillas.

En cuanto al peinado, este con raya lateral, constaba de un recogido completo a modo de coleta trenzada, algo desenfadada, dejando unos mechones sueltos que caían por las facciones laterales de la cara. ¡Radiante, llena de brillo y de luz!

Todo este look estuvo acompañado con un gran ramo de flores llevado por la novia, donde destacó como predominante el color granate por encima del resto, combinado con el naranja, el lila y el rosa claro de las rosas, todas estas flores acompañadas de cantidad de pequeñas hojas verdes y amarillas del que se encargó de elaborar Rosa Flors, que supo perfectamente combinar con la novia y su armonioso estilismo. ¡Un increíble toque de color!

De la elaboración y la correcta marcha de esta boda, la encargada fue la Wedding Planner Natalia Ortiz, acompañada de la fotógrafa Kobruseva que capturó los mejores momentos, creando así un reportaje lleno de emoción, espontaneidad y naturalidad, consiguiendo ambas así una boda impoluta.

¡Nos encantan las novias que no se conforman!

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