Una boda en el restaurante Nacarum entre las hojas de las palmeras de Cádiz

Celebrar una boda en Cádiz es trasladarte a una tierra histórica, llena de costumbres tradiciones y una cultura encantadora, tierra donde la gastronomía gaditana te convertirá en un verdadero devoto de los buenos gustos y aromas.

¡Y más si el lugar que frecuentamos es el restaurante Nacarum! Un espacio exclusivo que eligieron una de nuestras parejas para casarse a orillas del mar.

Este restaurante les trasladó a los sabores del pasado siglo XVI al encontrarse en una antigua fábrica de atún de almadraba, donde a día de hoy aún se puede degustar este pescado. Se encuentra restaurada y convertida en el restaurante de los sabores con el que los novios soñaban.

El “sí quiero”, ¡por supuesto que fue en la playa!

Lo que los novios tenían claro es que querían un lugar para casarse en la playa, ¡y lo encontraron al ver el Nacarum! Lugar donde el entorno con vistas al mar le permitieron tanto celebrar la ceremonia como el convite.

¿Quién no querría una boda bajo la puesta de sol? Y es que este escenario es espectacular, tanto para vivir el momento como para tenerlo de recuerdo, playa a la que llegaron para casarse por un largo puente de madera hasta el altar, el cual estaba repleto de grandes hojas de palmera secas, ¡un toque de lo más marino!

La gastronomía gaditana, en un entorno encantador

En el banquete, el que Antonio y su prometida tuvieron la suerte de degustar, se dispusieron los famosos platos del restaurante Nacarum como arroz con carabineros, carnes de retinto, morrillo de atún de almadraba, etc.

Todo un surtido de manjares elaborados con productos de la zona y de la huerta, que mezclan tradición y modernidad, además de frescura, ¡los mejores del sur!

Este convite los novios optaron por celebrarlo en el exterior, cuyos alimentos se dispusieron en mesas de madera y a su vez en una vajilla dorada y con motivos paisajísticos, que acompañaron a vasos con motivos dorados, una gran jarra forjada y posa-velas azules a conjunto con los maceteros, las puertas, ventanas y bancos, que recordaban a las aguas de Cádiz.

La decoración floral, ¡nada convencional!

La floristería Cotton Candy fue la encargada de poner este toque nada usual de la decoración mediante un ramo y unos centros de mesa elaborados con juncos, hojas finas de palmeras secas como las del altar, y unas florecillas denominadas gypsophila, toda una combinación de colores blancos y marrones claritos.

¡Unas floristas que acertaron de lleno gracias a su vocación y a que ponen todo el corazón en cualquiera de sus creaciones! Y así pasó, que consiguieron traducir los sentimientos de los novios en forma de flores y hojas.

Unos novios bohemios entre olas y madera

Vestida de Lobaton Novias, especialistas en el diseño y confección de la alta costura nupcial, eligieron junto a la novia un conjunto de telas y costuras que dieron como resultado que esta luciera espectacular en el día de su boda.

La apuesta elegida (y acertada), fue un vestido de escote en V, con transparencias y bordados en cintura y cadera y una caída de falda de gasa que acompañaban una serie de largos flecos que estilizaban aún más la silueta. Este diseño contaba en la parte trasera con una leve cola y se mostraba toda la espalda al descubierto, ¡un toque muy fresco y bohemio ideal para una boda en la playa!

El maquillaje fue elaborado por Roa, una profesional del maquillaje de novias de la zona de Cádiz, y estuvo compuesto por ahumado de sombras marrones y un delineado en sombra negra, acompañado de un ligero contouring y unos labios nudes,

La peluquera fue otra artista, Tonia, que consiguió que la novia estuviera cómoda y confiada durante todo el proceso, llegando a lucir espectacular con un recogido completo bajo con raya al lado y unas ligeras ondas.

Por otra parte, el novio se decantó por un elegante y sencillo traje azul marino al que añadió una camisa blanca y una corbata verde aguamarina con pequeños topos, ¡pero el toque de diferenciación lo marcaron las botas marrones! Cómodo a la vez que elegante.

Un equipo de categoría

En esta espectacular boda no podría haber otra cosa que un gran equipo detrás, donde los fotógrafos, Antonio y Ricardo, consiguieron un espectacular juego de colores, contrastes e iluminación, donde se captaba a la perfección el amor junto al atardecer.

La Wedding Planner, Natalia Ortiz, volvió a dejar una vez más toda su alma en la organización de esta boda en la que los sentimientos, la magia y la emoción inundaban cada escena.

 

Así que si tú también sueñas con una boda en la playa te esperamos en Weddings and Events by Natalia Ortiz, ¡porque no hay nada que deseemos más!

 The wedding team:

Venue: @nacarum_restaurante // Planning: Weddings and Events by Natalia Ortiz @nataliaortizwed @perfectvenue // Photography: @antonioojedafotografo @ricardoferreiroc // Bride dress: @lobatonnovias // Flowers: @ cottoncandyflores // Makeup: @roa_make_up // Hairdresser: @tonia_beauty

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