Madrid, esa ciudad que siempre te espera para vivir cualquier idea loca que se te pase por la cabeza. Madrid, esa ciudad que te ofrece la oportunidad de vivir experiencias inolvidables para el resto de tu vida.
Y es que ya sea por su cantidad de barrios diferentes, sus restaurantes repletos de sus buenas gentes, su historia o su cultura, pero Madrid hace volar a todo el que la pisa.
Por ello la ciudad también se ha convertido en destino de bodas, tanto de nacionales como de extranjeros. Es una apuesta llena de clase, estilo y mucho glamour, y si no que se lo digan a Shelly y a Nick, nuestra pareja de novios que celebró su boda en Madrid.
Subiendo por amplias escaleras, caminando por grandes alfombras y entre maravillosas estancias de la época, como sus salones con billares franceses, los majestuosos salones de baile y los singulares elementos arquitectónicos. ¿No te parece una completa obra de arte para contraer matrimonio?
No solo para la ceremonia, sino también para el banquete eligieron este emblema arquitectónico donde degustaron los mejores platos en un comedor revestido de maderas, lámparas de araña de cristal y bronce, con lienzos paisajísticos de la época ¡y hasta con el mobiliario original de 1910!
Para la decoración de estos espacios bastó con aplicar sencillez y clasicismo mediante unos grandes ramos de flores blancas con hojas verdes dispuestas sobre el altar.
Las mismas rosas blancas junto con sus hojas verdes formaron los centros de mesa, colocadas sobre una bandeja en bronce y acompañadas de dos grandes velas blancas situadas dentro de grandes vasos de cristal.
En la mesa de los novios destacó el centro de mesa por tener las cuatro letras de LOVE en rojo, diferenciándose así de las del resto de los invitados.
La mantelería y servilletas también fueron en color blanco al igual que la vajilla, a excepción de la cubertería, plateada, y de los vasos y copas, en cristal.
Algunos detalles que marcaron la diferencia fueron el sobre del menú, en papel kraft, y el cartel de bienvenida a los invitados en una gran tabla de madera, decorada también con las rosas blancas y las hojas verdes características del gran día, con los nombres de los novios y la fecha del enlace. Así como la mesa dispuesta para los invitados que quisieran dejar sus cartas o coger su corcho de recuerdo.
En cuanto al traje principal de la novia, este constaba de un vestido de corte de sirena y una elegante cola, completamente bordado con motivos florales, y con un escote corazón que dejaba también su espalda al descubierto. Este diseño fue el elegido para la ceremonia y el banquete.
¡Pero Shelly siguió resplandeciendo! Ya que para la fiesta posterior optó por otro diseño completamente diferente: un vestido lleno de lentejuelas en color bronce que formaban un estampado sobre un fondo blanco, con escote en pico y finos tirantes. ¡Perfecto para bailar toda la noche!
En ambas opciones el recogido fue el mismo: un moño bajo con dos tirabuzones sueltos a ambos lados de la cara. Este recogido estuvo decorado con una fila de flores blancas y rosas y pequeñas hojas verdes.
El tono bronce del segundo vestido de Shelly combinó a la perfección con el traje del novio, Nick, que eligió un traje de chaqueta marrón con los detalles de las solapas y bolsillos en un marrón más oscuro, como los pantalones. Todo acompañado de una pajarita en este mismo color.
Las fotógrafas tomadas por Aljosa Petric dieron este resultado tan divertido, donde se puede ver a la perfección que fue una boda en la que la emoción y las risas estuvieron aseguradas.
Natalia Ortiz fue la Wedding Planner que hizo posible que todo saliese a la perfección, tal y como los novios habían soñado. ¡En Weddings and Events by Natalia Ortiz seguimos cumpliendo sueños!
¡Que viva el amor!
